
Recuerdo aquel momento perfectamente, como si fuese ayer. Aquellos minutos de gloria fueron excepcionales...
Paseábamos distraidos con las manos entrelazadas,charlando de camino a casa. Nuestros pies sobre la arena empapada gozaban de total libertad, igual que nosotros. Sacaste el móvil de tu bolsillo y pusiste aquella canción, el mar rugía a nuestro paso. Sin a penas darnos cuenta, comenzó a llover... las gotas de agua se precipitaban al vacío y caían cada vez más rápidas y fuertes.Entonces fue cuando nos paramos,la música seguía sonando...nos mirábamos extasiados como si algo mágico estuviese sucediendo y nuestros labios se chocaron. Nos entregamos a aquel beso deseando que no se acabara nunca, que fuese eterno.