"You would not believe your eyes if ten million fireflies lit up the world as I fell asleep"

lunes, 20 de mayo de 2013

Lazos

 
Eres férreo pero inoxidable, de mármol inquebrantable y de espuma blanda a la vez. Eres invidente porque ves más allá de los ojos, previniendo el reflejo e indagando en la transparencia así los secretos relucen en el fondo. Te desenvuelves en libertad, porque eres indomable, tus raíces crecen silvestres al margen de la lluvia.
Siento que lates más que nunca a sus orillas, jovial e inmortal dejas que el viento te empape y te columpie en sus vaivenes. A mí, que soy tuya, me remolcas hasta la arena y como una autómata te sigo casi de forma pulsional. Te escucho rugir en mi pecho, saciado temporalmente pero afligido porque pronto llegará la despedida. 
Lejos de sus aguas, trato de consolarte con caramelos de caracolas y arena, desafortunadamente el placebo no sabe a sal, volviéndose insípido con el tiempo. Me has enseñado que este deseo es inalterable, tan sólo podemos camuflarlo con disfraces forzándolo a ser camaleónico en un mundo de corazones incógnitos. Escondido en el baúl costillar macizo cuentas los latidos hasta estar de vuelta en el lugar donde te libero una y otra vez.



sábado, 18 de mayo de 2013

Salmonera

Este ha sido un año de salmón. De nadar contracorriente, contra todo pronostico, montaña arriba, con el único mapa de la intuición y el instinto. Peleando entre aguas dulces y saladas, justo en el lugar donde el agua de los glaciares se enfrenta al salitre.
 
He seguido el sendero con la brújula estropeada en el bolsillo, con el peso del camino a cuestas y a sabiendas de que existe un destino. He observado la cima sombría de este Everest, difusa, escondida tras mares de niebla, que aparece y se esconde ante mis ojos haciéndome creer que es tan sólo un espejismo. Será la lluvia que me empapa la que borra todo resto de anhelo por llegar cúspide, con cada gota me despoja de ganas, de apetito, de afán.

Sin embargo, acompañada por el resto de los salmones todo parece más llevadero; me limito a ser arrastrada por el torrente y en ese preciso instante comienza la inercia de mis aletas. Es durante esta avalancha cuando sucede la magia del trayecto, sin quererlo mis escamas se rozan con otras, parece que he encontrado mi lugar. Mi lugar entre salmones. Entre mares inmiscibles.

miércoles, 13 de marzo de 2013

A mi nunca me va a pasar, y me pasó.

Hay cosas que parecen estar destinadas para los demás pero no para uno mismo,como son esa clase de problemas que creemos que nunca tendremos porque somos invencibles. Lo cierto es que estamos equivocados. Cuando menos lo esperas el destino te da una buena patada en el trasero, de repente hay un cambio de rumbo y te encuentras recorriendo la senda de los desafortunados. Piensas "este camino no es el mio".

Mi padre y yo esperabamos sentados en aquella salita de espera del septimo piso, impacientes porque llamaran mi nombre para quitarnos aquel peso de encima. En cuestión de minutos me habían hecho pasar a los rayos X y una chica de lo más amable me daba instrucciones, nada fuera de lo común. Entré en el baño, me quité la ropa y me puse aquella bata tan fea de color verdoso. Paré un minuto para mirarme al espejo, "que pelos" pensé. De aquel cuartito pasé a la sala de rayos, no era la primera vez que estaba en ese lugar, tan sobrio y tan apagado. No había nada que temer. Salí de allí en cuestión de segundos para reunirme con mi padre, y de nuevo estábamos los dos sentados en la salita triste y solitaria. Un par de enfermeras desorientadas se nos acercaron con cara de desconcierto,comenzaron a acribillarnos con un montón de preguntas."Tienes algo en el pulmón" se atrevió a decir una de ellas. Las palabras se me clavaron en el pecho como puñales. De repente estábamos corriendo por un sin fin de pasillos y las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos, la preocupación se apoderó de nosotros. Sentí que todo mi mundo se desvanecía, que el porvenir había quedado reducido a cenizas. Mientras flotaba por aquel laberinto cientos de pensamientos agobiantes emergían de forma incontrolable. ¿Qué me pasa?

Aquella imagen turbia de mi pulmón izquierdo, era más que una radiografía de torax. Era una visión nublada de mi futuro, una neblina que se colaba en mi camino y dificultaba los andares guiándome hacia un lugar incierto. Mis ojos opacos no veían más allá del temor.

1 día de aislamiento en urgencias,2 semanas de respiraciones dolorosas, 2 meses de fiebre,medio año de tratamiento, 4 litros de derrame pleural, 1 pinchazo en el pulmon y mas de 100 globos después todo vuelve a su curso, dejándome de recuerdo una experiencia vital y humana que cambia por completo la percepción de las cosas.



miércoles, 16 de enero de 2013

contranatura

Por fin logro sentarme a escribir, toca barrer las telarañas de las entradas y sopar el polvo de los títulos. Hacia tiempo que no brotaban las ganas de teclear, pero esa canción y tantas historias acumuladas hacen que la inspiración este deseando librarse de la pereza. Estos últimos meses vienen cargados con sobrepeso rebosando de aventuras y peripecias, me ha costado bastante arrastrarlos hasta aquí en silencio. Sin embargo, es la ciudad la que te fuerza a seguir adelante, sin parar ni un solo instante para pensar, llevándote en sus corrientes por callejuelas inhóspitas. Impera el ímpetu del camino, el afán por lograr un sin fin de propósitos, objetivos que se reemplazan unos a otros como en un relevo interminable donde yo soy el testigo. Ahora pongo los frenos para mirar hacia atrás, pero veo demasiado. Siento que todo este tiempo se posa en mis manos y que su pausa será breve porque pronto volará de nuevo..