Kintsukuroi

Vaivén de onces, llegan y se marchan uno tras otro.
Ya hace casi 7 años que ese día perdió su normalidad, desde entonces jamás pasa desapercibido.
Te echo de menos de los pies a la cabeza. Extraño todo de ti, tus divertidas manías, tu entusiasmo, lo atento y detallista que eres, tu forma de expresarte, tus muecas, tu risa...pero sobre todo de tu forma de amar, única e irrepetible. Echo de menos como demostrabas todo ese cariño, ese deseo, haciéndome tuya con cada beso,abrazo,mimo...tan constante e incansable.
Quizás pequeño, si nos espera un futuro juntos, no se trate de regresar a lo que eramos, sino de querernos tal y como somos ahora. Con todas esas grietas reparadas por el tiempo, no con oro ni plata. Confío en que si algún día nos volvemos a encontrar seguiremos encajando el uno con el otro como siempre hemos hecho. Te aseguro que aunque pienses que soy distinta, sigo siendo la misma, puede que haya elegido caminos por los que nunca me has visto pasar, pero sigo manteniendo mi naturaleza salvaje hasta la médula, mis pasiones,mi ingenuidad, mis disparates y mis peculiaridades. Todo aquello que te enamoro sigue intacto, solo espero que algún día puedas volver a verlo con los ojos limpios y la mirada transparente.
Estoy segura de que tu también conservas tu esencia, a pesar de lo que has aprendido, crecido y cambiado. Aun así créeme que me muero por descubrirte otra vez.

Érase una vez...

Un año sin ti. 

En un año hemos pasado de amantes a desconocidos.

De ser la persona de tu vida, a ser aquella a la que niegas el saludo. 

De tenerte a mi lado siempre, a no saber absolutamente nada de ti. 

De llamadas y mensajes cariñosos, a llamadas desesperadas y mensajes sangrientos.

De caricias infinitas, a ni siquiera rozarnos.

De palabras de amor, a palabras dolorosas.

De que me miraras con deseo, a que ni me mires. 

De de que me amaras, a que me odies. 

Hemos pasado de un polo al opuesto, del más al menos.

Sigo cargando con el peso de cada uno de mis errores, reconozco que hay muchas cosas que podría haber evitado y de las que me arrepiento constantemente. Sin embargo, a este punto hemos llegado los dos y nos repartimos la culpa de haberlo permitido. Ojala amor las cosas hubiesen sucedido de otra manera, que al menos ahora pasaras a mi lado y me dedicaras una sonrisa. Aun espero que algún día puedas hacerlo, que por fin desaparezca todo ese veneno y vuelvas a verme como la persona de la que te enamoraste, como el amor de tu vida. Lo siento de corazón, nunca quise un final tan amargo para nosotros. Te echo de menos todos los días, pienso en tí y me acuerdo de lo nuestro una y otra vez, sabes que para mi no hay amor más inmenso que el tuyo. Eres mi cocosette, tamalindo, peo apestoso y cara de acelga, siempre lo serás, porque eso no hay nada que lo estropee.

Después de un año tormentoso, sigo pensando que llegará la calma y que entonces tendremos esa segunda oportunidad. Es evidente que ahora mismo no somos capaces, que nos hemos destrozado y sobre nuestros escombros es imposible construir algo nuevo. 

Quizás me equivoque, pero tu y yo no hemos terminado de amarnos.

Amor te echo de menos, hoy y siempre.

My heart and soul

Aprendizajes

"Y uno aprende...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Y aprende a plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... Y con cada adiós uno aprende."

Perdí, por miedo a perder.

Dicen que del amor al odio solo hay un paso, tú ya emprendiste la marcha hace tiempo. Desde entonces con cada zancada más te alejas del cariño y más te acercas al desprecio, con cada aliento más rabia inhalas y más rencor expiras. Cuanto más crece tu ira más pequeña me hago. Es cierto que fui yo quien hizo cambiar el rumbo de tus pisadas, yo misma provoqué tu rechazo, que te apartaras, y sé que éstas son las secuelas de mis errores. Fui la mayor catástrofe que te arrasó, sin ser huracán ni terremoto, te traje desdicha y adversidad. 

Ahora vuelan tus palabras como dardos a mi pecho, les siguen frases que desgrarran y un sin cesar de párrafos afilados."Golfa"," me das asco", "mentirosa","no tienes personalidad", "estúpida"...Lánzame a los buitres si soy tanta carroña. Aunque que queda ya de mi, si me has devorado hasta los huesos. Desahógate y ahógame, húndeme con plomo atado a los pies si eso es lo que quieres, pero hazlo sabiendo que la persona a la que sentencias es la misma de la que te enamoraste. 

No voy a cambiar tu forma de pensar, no te voy a rebatir, ni te voy a convencer, tú y solo tú eres dueño de tu juicio. Recuérdame como tu gran error, tu desamor y tu tragedia. Enamórate de alguien lleno de personalidad, no vacío como yo; de alguien que nunca falle y que no tenga patas que meter. Ama más de lo que me amaste a mi, sin miedo, porque más daño que yo no te hará nadie. Quédate con el mal amor si eso es todo lo que te queda de mi. 

Andares

Una gota en el mar

Yo soy la gota de agua salada que colmó el vaso, la misma que lo lleno, la que no supo contenerlo y lo derramó. Soy la lágrima que rebosa de mis ojos y los tuyos sobre nuestro vaso desparramado. Fui quien vertió todo el amor, quien dejó que se desbordara y lo vio caer al mar ante sus ojos. Quisiera haber sido capaz de frenarlo, espolvorear mis manos resbaladizas para poder agarrarlo, pero te fallé y una vez más se me escapó. No espero que me perdones por ello, porque ni yo misma puedo hacerlo. Ya son demasiadas equivocaciones seguidas, demasiadas erratas imborrables en nuestras páginas. Una mancha tan grande en nuestra historia que nos impide seguir leyendo. Te decepcioné a ti, amor, pero más me defraudé yo, y ahora créeme que no se lidiar con este arrepentimiento, no se vivir sabiendo el daño que te he hecho. Siento que no merezco nada de ti, que debería coger mis maletas y marcharme para dejarte sanar, para dejarte respirar porque conmigo te ahogas. Alejarme para que puedas olvidar, que me encierres en el cofre con todas mis cosas, que lo entierres bajo la cama y dejes que el polvo se encargue del resto.Nunca quise que el amor que te di se convirtiera en tu ruina, tu perdición. Jamás desee estropear algo tan bonito. 

Ahora estoy buscando nuestro vaso en el océano, catando cada gota de mar. Quizás te perdí para siempre, pero mi amor es incansable y sigo esperando encontrarte.

Una gota en el océano es tan sólo una ínfima parte, pero que sería

 de él sin ella. Indudablemente el mar sería menos sin su gota.

Remedio y enfermedad

Somos veneno y antídoto. Nos turnamos para inyectarnos una dosis de toxinas, que se extienden con facilidad y llegan a los tejidos más profundos, nos retorcemos de dolor, pero una vez hecho el daño regresamos con la cura. Volvemos a sanarnos con un botiquín lleno de amor en pastillas, de besos tirita,
de palabras desinfectantes y  de remedios con mentol para el corazón. Hace tiempo que esto se ha vuelto insano, que cada vez que nos mordemos dejamos cicatrices persistentes y a pesar de todo no dejamos de hacerlo. Estamos inmersos en una dinámica desgarradora, hiriente, y sin embargo preferimos eso antes que nada. La cruda realidad es me conformo con tenerte a mi lado mudo y mirando al infinito, porque es mejor que no tenerte. Dejemos de marchitarnos, de darnos razones para abandonar, quedémonos con aquella noche.

Quédate en la cama un rato más.

soñé

Ayer pasé la noche contigo, retrocedimos a lo que fuimos y a lo que algún día seremos. Hicimos desaparecer por arte de magia todos los desperfectos, reparamos la avería y restauramos el amor. Una noche de reformas sencillas, de bricolaje básico, suficiente para acabar con los daños y perjuicios. Una noche como las de entonces, de aquellas mimosas y apasionadas, de las calurosas en las que sobran la manta y la ropa. 

Esta mañana cuando desperté te habías ido, sin dejar rastro. Mi cama estaba fría y vacía.

Naufragio

Cuando naufragas tienes dos opciones, o tratas de nadar intensamente o te dejas arrastrar por la corriente hasta la orilla. Yo nadé con fuerza en busca de tierra firme pero al ver que no lo lograba, desistí. Ahora, agotada de bracear, dejo que el mar me devuelva a la costa. Aun así no me acostumbro a flotar en mar abierto porque anhelo pisar la arena de aquella playa que entra y sale.

Mi brújula

Eres mi norte, mi sur, mi este y mi oeste.

En ti me pierdo y me encuentro.

Desliz

Hay vicios, deseos, tentaciones, y después estás tú. 

Clavas tus ojos verdes los míos, mirándome sin decir una palabra, tan irresistible. Cómo aguantar las ganas de besarte sabiendo que tus labios encajan en los míos como las piezas de un puzle. De repente olvidamos todo lo que nos separa tan solo un instante, dejando que crezca esa atracción que luchamos por contener. Normalmente gana la razón al corazón, pero esta vez no. Apartamos momentáneamente el mundo, quizás por el alcohol, o quizás por necesidad. Ambos sabemos que una vez empieza es imparable, que cada vez que nos rozamos empieza a rodar la bola de nieve haciéndose mas grande. Un beso tuyo nunca viene solo, siempre acompañado. Nos dejamos llevar y sin darnos cuenta estamos sumidos en un vaivén de tiernas caricias y de deseo desbocado, derrochando cariño. Será que después de tanto tiempo sin amarnos nos bastó con un poco de fricción para encender la llama. 

La primera vez que sucedió pensé que no se repetiría, que haríamos la vista gorda y vuelta a la normalidad, pero el que entierra un tesoro en la arena, no lo olvida y sabe llegar a él.