29

Tu cumpleaños a tan solo unas horas. Querría compartir ese día contigo, como desde hace 6 años. Con una celebración inusual, claramente distinta a las anteriores, pero suficiente para no perder la costumbre. Darte mi amor camuflado con cariño y obsequiarte con mimos discretos. Este año iba a hacerte un regalo enorme, pero solo tenía impotencia en el bolsillo y no pude pagarlo. Me quede con las manos vacías, sin nada que darte más que lágrimas y kleenex usados.
Soplaré sola las ganas de ti hasta que se extingan del todo, porque este 29 no habrán festejos a tu lado. Estoy segura de que tendrás un cumpleaños cargado de felicidad, con mucho afecto y alguna que otra sorpresa, junto a ella y tus seres queridos. Espero que sientas la ilusión que perdiste conmigo. No obstante, me encantaría ser el deseo que pidas al apagar la velas.
Tras varios intentos de acercarme a ti, me doy cuenta de que no estoy invitada a tu cumpleaños. Me engaño, trato de conformarme con el diminuto pedazo de ti que ahora me corresponde, pero la realidad es que ya no formo parte de tu vida. Pase de ser tu sustento a ser la base de tu cadena trófica.
Ahora me pregunto cuándo dejarás de doler así.