Me siento sola.Normalmente podría disfrutar de la soledad, el sosiego hace que los problemas desaparezcan y consigue que mi mente se abstraiga de todo el caos que me rodea. Ahora mismo no hay nadie en mi casa, sería el momento perfecto para disfrutar de la tranquilidad... pero no puedo. Estoy inquieta, siento que todas las preocupaciones empiezan a emerger y cada vez se vuelven más obvias, más reales. Quizás la causa todo esto sea el cóctel de hormonas que, una vez más, está jugueteando con mis estados de ánimo. La verdad, es que desde que él se fue odio estar sola. Al estar rodeada de gente o distraida con cualquier cosa consigo sacarle de mi mente, bueno casi siempre. Últimamente la soledad no me llena, me siento vacía si él no está. El simple hecho de pensar que se encuentra al otro lado del planeta, a miles de kilómetros de aquí, ya hace que la tristeza se apodere de mí. Cuando estoy sola trato de no darle vueltas a ese tema, pero es algo inevitable...los recuerdos me atormentan y deseo tenerle a mi lado. Quiero sus besos,abrazos,caricias,miradas, sonrisas...Echo de menos sentirme querida.
Me voy al gimnasio...
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