I miss you

Entonces pensé, no quiero verle marchar. Aquello era algo que me superaba, algo que me atormentaba y que me hacia sentir frágil. A veces las cosas desconocidas nos aterran, porque son impredecibles... lo mismo pasa con los sentimientos. Aquellas emociones que hay ocultas dentro de nosotros, aquellas que habitan en nuestras entrañas y que ni siquiera sabíamos que existían, florecen de repente y nos muestran que hay otras formas de sentir.
A medida que experimentamos nuevas circunstancias, los sentimientos van saliendo de sus cuevas y dejan al descubierto sus rostros para que podamos apreciarlas en su estado puro. Muchas veces las personas intentamos describir su apariencia, pero no nos damos cuenta de que las emociones son como los colores, no se pueden describir con palabras... hay que sentirlas.
Hasta hace poco yo no sabía lo que era la nostalgia, desconocía ese sentimiento de pena que produce la ausencia de los seres queridos. Habrá quién ya se haya percatado de esta sensación y seguramente habrá muchos que desconozcan como se siente.
El día que nos digimos adiós, algo brotó dentro de mí y ha seguido creciendo hasta ahora. Le echo tanto de menos...