Un granito de arena de una playa que entra y sale...

Nothing but GOOD THINGS.

Comenzará cuando creas que todo ha terminado

No existe un amor más grande, ni mejor forma de amar. Desde el minuto uno no dejaste de darme todo de ti ni un sólo segundo, regalándome tu corazón de manera desinteresada. Te fijaste en mí y bastó con empezar a conocerte para quererte. Todavía recuerdo la sensación de aquellas mariposas, más revoltosas e inquietas que nunca el instante en que cerraste los ojos para dejar que te besara. Después todo comenzó a crecer como la espuma, las horas y horas al teléfono,las charlas, las risas, las caricias, las primeras veces de todo... Sin apenas darme cuenta me enamoré. Te convertiste en una pieza clave de mi universo y sin ti este perdería su sentido.

Desde entonces no he dejado de amarte, sabes que no. Jamás perdieron su significado el te amo y lo eres todo, por mucho que los usáramos no se desgastaban. Sin embargo, hoy me derrota la culpa y saber que te he fallado, pesa tanto el dolor de haber herido a la persona de mi vida. Que mi ceguera no me dejara ver lo que te sucedía. Hace un año decías que si esto se acababa no sería por ti, y tenías razón no lo ha sido, yo te he llevado a esto. No puedo vivir con ello, ni avanzar, ni pasar página, porque eso me para los pies. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, sino de lo que nunca hice, de lo que estaba en mi mano hacer y no fui capaz de resolver. Se que te mereces algo un millón de veces mejor, que te has sentido menos preciado cuando eres el tesoro más valioso. Siempre he sabido la joya que tenía pero la descuide, deje de pulir sus impurezas y deje que se estropeara, aun así nunca perdió su valor. Llámalo despreocupación, pero ni se te ocurra pensar que no te apreciaba, porque lo hacía cada día sabiendo que nuestras propiedades encajaban a la perfección. Lo siento, lo siento amor.
Me amaste con todas mis imperfecciones, con o sin betadine, besando cada uno de mis defectos. Natural, sentimientos que brotaban de manantiales limpios y puros, como las lágrimas que derramo en este mismo instante. Ni una cosa mala de ti saldrá de mi boca, porque me hiciste sentir la persona mas especial del mundo. Casi 6 años pasaron y mientras se alargaban las despedidas, aumentaban las horas de sueño a tu lado,los orgasmos, los rituales, los recuerdos...

La gente siempre te dice que cuando una pareja se da un tiempo es un mala señal, que se aproxima una ruptura, que no sirven para nada. Quizás cuando por fin mis ojos se abrieron, tu ya estabas muy lejos como para traerte de vuelta. Pensé que no sería nuestro caso. No vi lo que se avecinaba, para mí era la oportunidad de intentar corregir mis errores, de rehacer lo deshecho, de intentarlo de verdad porque aquella semana sin ti me devolvió a la realidad. Insistí, a última hora como acostumbro a hacer. Pero viajaste más distancia de la que recorriste realmente, te fuiste a un lugar dónde ya no te podía alcanzar. Volaste más allá de Portugal y Madrid. Volviste con las claras, con tu sufrimiento solidificado que aplastaba todo lo demás, unos ojos llorosos que se clavaron en mi, queriendo quedarte y queriendo irte. Supongo que te cansaste después de haberme dado tantas oportunidades, que yo desaprovechaba y eso te apartaba de mi lado. Espero que puedas perdonarme algún día amor.

Ahora mismo quiero recuperarte con todas mis fuerzas, sé que no me equivocaría arriesgando todo por ti, aunque todo lo que sé apunta al fracaso, tu firmeza, tu dolor, tu relación con ella... Quiero estar cerca de ti, poder disfrutarte a sorbos y aprender a lidiar con las ganas de más, porque cuando me abrazas fuerte todos mis pedazos rotos se unen de nuevo.

Ahora.

NO ERAN AMANTES, NO ERAN NOVIOS, Y TAL VEZ, NO ERAN AMIGOS.

PERO SIEMPRE FUERON EL UNO DEL OTRO.

En defensa propia por ausencia ajena.

Paredes gruesas, lineales y verticales, de piedra, cemento o acero, barreras que restringen el acceso, con una función defensiva, de seguridad. Muros construidos por el ser humano con el fin de separar, que abarcan desde las paredes que nos cobijan hasta las que separan civilizaciones. Cualquiera se habrá topado con un muro a lo largo de su vida, es difícil no verlos porque hay tantos, de tantas formas, materiales y tamaños. Los hay famosos también, aquellos que se han ganado un lugar en la historia por lo que impactan, representan y significan; el muro de Berlín, la Gran Muralla China, el muro de Adriano, el de Lennon, los de Babilonia, Sacsayhuamán...

Yo misma descubrí uno. Un muro imponente que sólo yo conozco, completamente distinto a los anteriores. Es de apariencia firme,sólida y consistente, hace que al contemplarlo me sienta minúscula e insignificante, como los liliputienses ante Gulliver. De primeras intimida, asusta, se levanta desafiante y resulta infranqueable, pero lo tomo como un reto. Curioseo, no me canso de observarlo con asombro, preguntándome de dónde habrá a salido, quién lo levantó y por qué. 

Este muro no tiene cadenas de espinas, ni cristales cortantes,ni púas de metal, ni está vallado o electrificado. Se alza cerca del mar, con las paredes cubiertas de salitre y algas, decorado con caracolas y frases que me suenan, crecen ramos de rosas y lirios a su alrededor. Se lo que me espera al otro lado del muro y vale la pena cruzarlo por amor. Busco alguna rendija para colarme, sin suerte. Cojo carrerilla para intentar saltarlo pero con cada tentativa me choco. Aminoran las fuerzas cuando tropiezo, levanto, escalo, caigo o empujo. 

Sin embargo, al acercar la oreja, te escucho y te siento al otro lado. Cada latido me llama, me atrae como un imán y quiero llegar a ti. De nuevo me planto frente a esta fortaleza, esperando el día en que caiga o se transforme en un puente.

Buenas noches.Ahora nos vemos.

No quiero irme a la cama. Me pego al sofá como cuando era pequeña, alargando el momento de irme a dormir. Cualquier excusa es válida para librarse de las sábanas. No tengo miedo al coco, ni a la oscuridad, ni a lo que se esconde bajo el somier; lo que temo es muy distinto.

Llega el momento de cerrar los ojos y comienza el bombardeo de pensamientos. Te echo de menos, quiero tenerte, destapo los recuerdos e  imagino mil escenas. De repente mi almohada se empapa, se forman charcos azules de lágrimas que caen desde mis mejillas. Se desata la tormenta nocturna. Un chaparrón de sentimientos y huracanes de ideas dolorosas que relampaguean con truenos tan fuertes que retumban en la mente. Pienso en quien te besa, me pregunto que sentirás y si has vuelto a querer. Pienso en mis labios, nunca han estado tan fríos y secos, son caprichosos porque tan solo quieren encajar en los tuyos. Se forman nubarrones espesos que cuando intento mirar hacia adelante me ciegan y no veo más allá de ti.

Empieza a escampar. Por fin me quedo dormida y ahora la calma no depende de mí. Tengo pesadillas, algunas tan reales que me levantan de madrugada con un nudo en la garganta, angustiada pero aliviada a la vez porque nada de eso ha ocurrido. Sin embargo, hace un par de noches soñé que hacíamos el amor, tan intenso que me levanté mojada. Entonces deseé que sucediera de verdad...

Basada en hechos reales.

Cuento de sirena

Te robo en un pedazo de mar intentando atraparte entre mis manos, pero te escurres por las rendijas de mis dedos. Desesperada trato de sujetarte con fuerza, aprieto los dedos para que no puedas escapar. Aun así, te resbalas y caes al mar. Esta vez me armo con un vaso pensando que así  te cazaré como a los camarones. Te busco dentro de mi vaso de agua salada, esperando encontrarte disuelto o escondido. Para mi sorpresa, no estas. Lleno más vasos, pero no estas. 

Te arrastró la corriente y a mi me dejó varada en la orilla. 

Mientras navegas por el mar aguardo en mi peña pescando tus mensajes embotellados . Espero que como las tortugas regreses a la playa en la que naciste, a esta playa peculiar que entra y sale.

Potaje de amor

Pesan tanto las páginas de esta historia que soy incapaz de pasarlas. Es un libro pensado para dos.

El nido y la cueva están deshabitados. Ya no se practica el lenguaje amoroso de las manos. Un dedo gordo que no tiene otro para engancharse. Una cadera que pide cosquillas.No hay un bobo sin discusión.No se suman nuevos motes a la lista. El armario estaría vacío sin tu ropa. El tamarindo y el COCOSETTE no saben igual.¿Qué es un mono sin su oreja?¿Cuántos lugares por visitar?¿Qué será una noche sin las palabras de un sonámbulo?¿Quién limpiará la espalda de granos?¿Quién sabe cómo hacerme el amor?¿Quién me dará besos de moscas y combinados de mariposa-esquimal?¿Cuántas canciones adoptadas?¿Quién mantendrá la economía de nuestros restaurantes?¿Cómo salir de casa si no es subida a tus pies y cantando? Playas que entran y salen desoladas. Teamos que fluían, ahora se atragantan...

BigBang Theory

A solo un mes de sumarle otro pulgar a la mano cae el último grano de nuestro reloj de arena, sin nadie que lo gire se congela el tiempo. 

Hoy el 11 esta vacío, desnudo y sin sentido. Esquelético porque se desnutre de significado, consumiéndose hasta dejar dos números escuálidos y huesudos. Un viernes que querría haber nacido cualquier otro día de esta semana. 

Aun así, la arqueóloga que vive en mí estudia este día fósil y desentierra su pasado, con la brocha y el escoplo voy limpiando impurezas para descubrir la belleza de esta pieza. Casi 6 años de antigüedad, toda una reliquia.

El 11 fue el día del Bigbang. El momento en que nuestros cerebros desataron juntos la tormenta química, una sopa primitiva de neurotransmisores en ebullición, calentándose y enfriándose, que llevaron al estallido amoroso. Sin mover ni un músculo, un beso desencadenó torrentes y cascadas de emociones que se expandieron por las mentes excitadas. En una trillonésima parte de un segundo, a una velocidad incomprensible, el amor se expandió desde el tamaño de un guijarro a un alcance astronómico. Se produjo entonces una desceleración de esta explosión y surgió  la materia pesada del amor... Así se enamoró el universo.

Lazos

 
Eres férreo pero inoxidable, de mármol inquebrantable y de espuma blanda a la vez. Eres invidente porque ves más allá de los ojos, previniendo el reflejo e indagando en la transparencia así los secretos relucen en el fondo. Te desenvuelves en libertad, porque eres indomable, tus raíces crecen silvestres al margen de la lluvia.
Siento que lates más que nunca a sus orillas, jovial e inmortal dejas que el viento te empape y te columpie en sus vaivenes. A mí, que soy tuya, me remolcas hasta la arena y como una autómata te sigo casi de forma pulsional. Te escucho rugir en mi pecho, saciado temporalmente pero afligido porque pronto llegará la despedida. 
Lejos de sus aguas, trato de consolarte con caramelos de caracolas y arena, desafortunadamente el placebo no sabe a sal, volviéndose insípido con el tiempo. Me has enseñado que este deseo es inalterable, tan sólo podemos camuflarlo con disfraces forzándolo a ser camaleónico en un mundo de corazones incógnitos. Escondido en el baúl costillar macizo cuentas los latidos hasta estar de vuelta en el lugar donde te libero una y otra vez.

Salmonera

Este ha sido un año de salmón. De nadar contracorriente, contra todo pronostico, montaña arriba, con el único mapa de la intuición y el instinto. Peleando entre aguas dulces y saladas, justo en el lugar donde el agua de los glaciares se enfrenta al salitre.
 

He seguido el sendero con la brújula estropeada en el bolsillo, con el peso del camino a cuestas y a sabiendas de que existe un destino. He observado la cima sombría de este Everest, difusa, escondida tras mares de niebla, que aparece y se esconde ante mis ojos haciéndome creer que es tan sólo un espejismo. Será la lluvia que me empapa la que borra todo resto de anhelo por llegar cúspide, con cada gota me despoja de ganas, de apetito, de afán.

Sin embargo, acompañada por el resto de los salmones todo parece más llevadero; me limito a ser arrastrada por el torrente y en ese preciso instante comienza la inercia de mis aletas. Es durante esta avalancha cuando sucede la magia del trayecto, sin quererlo mis escamas se rozan con otras, parece que he encontrado mi lugar. Mi lugar entre salmones. Entre mares inmiscibles.

A mi nunca me va a pasar, y me pasó.

Hay cosas que parecen estar destinadas para los demás pero no para uno mismo,como son esa clase de problemas que creemos que nunca tendremos porque somos invencibles. Lo cierto es que estamos equivocados. Cuando menos lo esperas el destino te da una buena patada en el trasero, de repente hay un cambio de rumbo y te encuentras recorriendo la senda de los desafortunados. Piensas "este camino no es el mio".

Mi padre y yo esperabamos sentados en aquella salita de espera del septimo piso, impacientes porque llamaran mi nombre para quitarnos aquel peso de encima. En cuestión de minutos me habían hecho pasar a los rayos X y una chica de lo más amable me daba instrucciones, nada fuera de lo común. Entré en el baño, me quité la ropa y me puse aquella bata tan fea de color verdoso. Paré un minuto para mirarme al espejo, "que pelos" pensé. De aquel cuartito pasé a la sala de rayos, no era la primera vez que estaba en ese lugar, tan sobrio y tan apagado. No había nada que temer. Salí de allí en cuestión de segundos para reunirme con mi padre, y de nuevo estábamos los dos sentados en la salita triste y solitaria. Un par de enfermeras desorientadas se nos acercaron con cara de desconcierto,comenzaron a acribillarnos con un montón de preguntas."Tienes algo en el pulmón" se atrevió a decir una de ellas. Las palabras se me clavaron en el pecho como puñales. De repente estábamos corriendo por un sin fin de pasillos y las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos, la preocupación se apoderó de nosotros. Sentí que todo mi mundo se desvanecía, que el porvenir había quedado reducido a cenizas. Mientras flotaba por aquel laberinto cientos de pensamientos agobiantes emergían de forma incontrolable. ¿Qué me pasa?

Aquella imagen turbia de mi pulmón izquierdo, era más que una radiografía de torax. Era una visión nublada de mi futuro, una neblina que se colaba en mi camino y dificultaba los andares guiándome hacia un lugar incierto. Mis ojos opacos no veían más allá del temor.

1 día de aislamiento en urgencias,2 semanas de respiraciones dolorosas, 2 meses de fiebre,medio año de tratamiento, 4 litros de derrame pleural, 1 pinchazo en el pulmon y mas de 100 globos después todo vuelve a su curso, dejándome de recuerdo una experiencia vital y humana que cambia por completo la percepción de las cosas.

contranatura

Por fin logro sentarme a escribir, toca barrer las telarañas de las entradas y sopar el polvo de los títulos. Hacia tiempo que no brotaban las ganas de teclear, pero esa canción y tantas historias acumuladas hacen que la inspiración este deseando librarse de la pereza. Estos últimos meses vienen cargados con sobrepeso rebosando de aventuras y peripecias, me ha costado bastante arrastrarlos hasta aquí en silencio. Sin embargo, es la ciudad la que te fuerza a seguir adelante, sin parar ni un solo instante para pensar, llevándote en sus corrientes por callejuelas inhóspitas. Impera el ímpetu del camino, el afán por lograr un sin fin de propósitos, objetivos que se reemplazan unos a otros como en un relevo interminable donde yo soy el testigo. Ahora pongo los frenos para mirar hacia atrás, pero veo demasiado. Siento que todo este tiempo se posa en mis manos y que su pausa será breve porque pronto volará de nuevo..